Pbro. Edgar Stoffel
Capellanes
PBRO. NATALIO BÉRTOLO
El primer Capellán de Guadalupe nombrado por Mons. Boneo había realizado sus estudios en el Colegio de la Inmaculada –donde funcionaba el Seminario- y el 21 de diciembre de 1898 era ordenado presbítero.
Su actuación en Guadalupe fue muy breve ya que solo estuvo al frente del mismo entre el 28 de febrero y el 6 de mayo de 1900 y le tocó recibir bajo inventario de manos de María Antonia Godoy los objetos existente en la capilla y sacristía, salvo la imagen de bulto que se reservó para ella.
El 20 de julio de ese mismo año era nombrado Cura Rector de la Parroquia del Carmen, bajo cuya jurisdicción estaba también Guadalupe, permaneciendo en el céntrico templo hasta el 26 de febrero de 1903 en se los destina como Cura Párroco a San Martín de las Escobas
Dos años después (4-4-1905) es trasladado como Cura Rector a Santa Rosa en la ciudad de Rosario donde se desempeñará durante muchos años.
Ocupó también diversos cargos diocesanos y fue confesor de religiosas en aquella ciudad.
En 1932, a raíz de la muerte de Mons. Boneo fue elegido Vicario Capitular, ocasión en que realizó una Visita de inspección por la mayoría de las Parroquias para constatar ‘in situ’ la situación de las mismas y a partir de 1933, ya con Mons. Fasolino como Obispo integró el cuerpo de consultores diocesanos.
Erigido el Obispado de Rosario en 1934, pasó a formar parte del clero de la nueva Diócesis.
PBRO. TOMAS DUTARI RODRIGUEZ
Al igual que el anterior estudió en el Seminario regenteado por los padres jesuitas y recibió la sagrada ordenación presbiteral el mismo día. Era originario de la provincia de Córdoba y varios de sus hermanos fueron también sacerdotes diocesanos.
Al cesar el Pbro. Bértolo se hace cargo del Santuario ‘... cuya excepcional importancia es notoria’ al decir de Mons. Boneo y a cuyo frente permanece hasta el 15 de febrero de 1901 y paralelamente se ocupaba de dirigir el naciente Boletín Eclesiástico en el cual se dio bastante cabida a todo lo referente a Guadalupe e incluso llega a escribir un artículo que se publica en el periódico ‘La Buena Prensa’ de Buenos Aires con el objeto de divulgar el culto.
El 4 de junio de 1901 fue designado Capellán de San Carlos Norte pero al mes solicitaba su ex cardinación al Obispado de Paraná, donde en 1915 se hallaba como Cura Rector de la Iglesia Catedral.
PBRO. JUAN GIL Y SANTA PAU
Originario de Valencia, había sido admitido en la Diócesis de Santa Fe en el año 1898 y enviado como Capellán de la colonia Lehmann en junio de ese mismo año, pero antes que éste finalizara se lo designa Cura Vicario de Coronda.
Al año lo encontramos como Cura Vicario de San Agustín y con fecha 15 de febrero de 1901 el Obispo lo nombra Capellán del Santuario de Guadalupe.
Con ocasión del conflicto suscitado en torno a la imagen entre el Obispo, los padres dominicos y María Antonia Godoy y del Barco se manifestará como un gran polemista y pondrá todo su empeño en llevar adelante las obras de la actual Basílica.
Al trasladarse el Seminario a su asentamiento de Guadalupe en 1907 es designado Director Espiritual del mismo, tarea que aprovechará además para fomentar entre los futuros sacerdotes una espiritualidad guadalupana.
Además de su tarea en el Seminario, durante algunos años dirigirá el Boletín Eclesiástico en reemplazo de Dutari Rodríguez, será consultor del Obispo y Fiscal Eclesiástico.
En 1912 decide incardinarse en el Obispado de La Plata (Pcia de Bs. As.) para lo cual se le conceden letras positivas, ejerciendo en aquel lugar en el que fallecerá como Capellán del Asilo Marín.
Capellán y Cura Párroco
PBRO. JOAQUIN GARCIA DE LA VEGA
Ingresado en 1900 al Seminario sito en el Colegio de la Inmaculada, se encontraba entre los alumnos de filosofía que en 1907 inauguraron el de Guadalupe. Era oriundo de Rosario y acolitaba en las Misas del Colegio de la Santa Unión de los Sagrados Corazones.
El 23 de diciembre de 1911 Mons. Boneo le confería el sacerdocio y poco después le designaba como profesor del Seminario.
Se desempeñó a partir de 1912 como Capellán del Santuario fomentando el culto de nuestra Patrona y al crearse en 1918 la Parroquia de Guadalupe, fue su primer Cura Párroco aunque no por mucho tiempo ya que en 1919 es trasladado a colonia Susana como Vicario Ecónomo. Cabe aquí señalar su preocupación por el conocimiento de la historia de Guadalupe, aportando datos valiosos aunque perdido en el fárrago de sus escritos muchas veces inentendibles y contradictorios.
A posterior fue nombrado Cura Párroco de El Trébol donde permaneció hasta su muerte.
El tradicional Himno a la Virgen de Guadalupe es de su autoría, y al parecer lo escribió en 1907 siendo seminarista, en 1912 se entonó en el Seminario para luego perderse, hasta que lo recuperó en 1917 y lo editó con música del maestro Patricio Legarra.
La versión de Joaquín de la Vega decía así:
‘Coro
A tu Reina inmortal, Guadalupe,
Entonemos un Himno de amor,
Y sus ecos triunfales resuenen
De la Patria en la inmensa extensión.
Guadalupe es tu alcázar, María,
Y tu Corte de honor Santa Fe,
Las ciudades, las villas y pueblos
Que hoy de flores coronan tu sien.
Solo
Tu Santuario glorioso, María
La corona en tu sien una Palma
Donde el aura sonriente murmura
Y las dulces calandrias te cantan.
Aquí fue do las hordas salvajes
Depusieron sus flechas y lanzas,
Y al oír: ‘Guadalupe’ los indios
Se postraban rindiendo sus armas.
A tus pies columpiándose suave,
La Laguna en sus ondas te aclama,
Y las flores que ven sus riberas
Con su aroma tu Templo embalsaman.
Ese Ombú que aún da sombra al Santuario
Hoy nos cuenta las nobles hazañas,
Del Caudillo que vino a la Ermita
A templar sus valientes espadas.
Aquí está sobre el Arco del Templo,
La prehistórica antigua campana,
De Francisco Javier de la Rosa
Que ha dos siglos a todos nos llama.
Aquí está en el Santuario Moderno
Nuestra Madre, la Virgen amada,
El Tesoro mas grande y mas noble
Que aquí tiene su Trono y su Alcázar.
Venid, vedla, aquí está en Guadalupe,
Esa Reina a quién todos ensalzan.
Que veneran los pueblos lejanos
Desde el Ande a la margen del Plata’
Durante su gestión en Guadalupe impulsa la ordenanza por la cual en 1915 se denomina Francisco Javier de la Rosa a la calle que pasa delante el Santuario y en 1917 Estela Berraz dona la Lámpara del Camarín dorada a oro de 18 kilates y Angela de Aufranc dona 300 pesos para la lámpara situada en el centro del Santuario que se había adquirido a la Parroquia del Carmen y se la había dorado también a 18 kilates.
CURAS PÁRROCOS
PBRO. PASCUAL CARAMUTO
Pertenecía al grupo de sacerdotes que habían iniciado sus estudios bajo la dirección de los jesuitas en 1905 y recibió la ordenación sacerdotal el 23 de diciembre de 1915.
Pocos días después, con fecha 27 es designado Capellán del Colegio del Calvario y del Cementerio Municipal, cargos que ocupa hasta el 19 de marzo de 1916 en que es trasladado como Tte Cura de la Concepción en Rosario.
El 28 de agosto de 1917 es destinado a Susana como Cura Vicario de esa colonia, el 22 de noviembre de 1918 pasa como Cura interino a Vera y el 10 de noviembre de 1919 se le nombra Vicario Ecónomo de Guadalupe, a la para que se debía ocupar de la confesión de los seminaristas.
En 1922 es designado Cura Vicario de Reconquista y confesor de las Hermanas que trabajan en dicha localidad, pero al años es trasladado a Coronda con el mismo cargo donde permanece hasta 1927 en que renuncia y se lo envía a Santo Tomé como Vicario Ecónomo.
PBRO. ÁNGEL RODRÍGUEZ ZÍA
Hijo de José y Manuela Zía, había nacido en Carrouba – Tor (Pcia de Lugo – España) el 18 de diciembre de 1884, emigrando a nuestro país e ingresando al Seminario el 2 de marzo de 1898.
Cuando el Seminario fue trasladado a Guadalupe en 1907 cursaba el último año de Teología, razón por la cual a finales del mismo (21 de diciembre) fue ordenado sacerdote.
En la primera quincena de enero de 1908 se le designó Tte Cura de la Concepción y Capellán de los Hermanos de las Escuelas Cristianas en Rosario, pero su trabajo pastoral en la ciudad del sur duraría poco ya que en marzo regresaba al Seminario para desempeñarse como Prefecto de disciplina y docente.
En julio de 1917 es nombrado Vicerrector del mismo y en 1920 Rector, cargo que va a desempeñar hasta 1935, y será durante esta etapa en que provisoriamente se va a hacer cargo del Santuario entre julio y diciembre de 1920.
En estos años tuvo diversos cargos diocesanos y en 1935 fue designado Provisor y Vicario General de Mons. Nicolás Fasolino, cargo que ocupará durante muchos años.
PBRO. ANICETO BIAGIONI
Oriundo de Las Tunas (Santa Fe) había nacido en 1881, aunque sus padres luego se trasladaron a Gálvez donde bajo el influjo del padre Rinaldi ingresó al Seminario en 1896, realizando bajo la dirección de los jesuitas todo su proceso formativo.
Ordenado por Mons. Boneo el 21 de diciembre de 1905, con fecha 211 de enero de 1906 éste le designó su Subsecretario Cámara y al año siguiente lo eligió como integrante del cuerpo de superiores del nuevo Seminario con el cargo de Prefecto de disciplina y docente de 1ro, 2do y 3ro de latín.
El Seminario ocupó una buena parte de su vida sacerdotal ya que en 1908 es nombrado Vicerrector y en 1917 asume como Rector, cargo en el que se desempeña hasta 1920.
A comienzos del año siguiente se hace cargo de la Parroquia de Guadalupe con los títulos de Capellán del Santuario y Vicario Ecónomo, permaneciendo en la misma hasta enero de 1924.
Hay que señalar que tanto en su etapa del Seminario como en la del Santuario, se le encomendaron diversas tareas diocesanas.
En 1926 se aleja de Santa Fe para hacerse cargo de la Capellanía del prestigioso Colegio Normal Católico dirigido por las Hermanas de la Misericordia en Rosario, falleciendo el 10 de agosto de 1937 en la localidad de San Carlos Norte.
PBRO. MIGUEL GENESIO
Nacido en Zenón Pereya fue de los sacerdotes formados integramente en el Seminario de Guadalupe, siendo ordenado como tal el 22 de octubre de 1922.
Su primer destino pastoral fue el de Vicario Cooperador de Rafaela (2-11-1922) pero a los dos años, en diciembre de 1924 es enviado como Vicario Ecónomo de Guadalupe. En esta actividad lo encontrará la Coronación Pontificia de Nuestra Señora del año 1928, donde su labor será encomiable.
El 31 de diciembre de ese mismo año es designado Cura Párroco de Guadalupe y a partir de allí su vida sacerdotal quedará ligada por una parte a esta feligresía que abarcaba un radio amplísimo y por otro a los millares de peregrinos que durante la procesión anual pero también durante otras épocas del año y diariamente se acercaban al Santuario a venerar la imagen de nuestra Patrona.
A él se deben la reforma del Camarín llevada adelante entre los años 1931-1932 al cual amplió alcanzando una superficie de 11.30 mts por 10 y al que se accede por dos escaleras de mármol; colocación de los vitrales en 1950 para lograr una mayor iluminación de la capilla de la Virgen y el Colegio parroquial en 1957, por citar solo algunas. En 1954, tuvo la alegría de que el Santuario recibiese el Título de Basílica.
Fue también un activo protagonista en el progreso social del Barrio promoviendo la ‘Plaza de las Rosas’ hoy lamentablemente desaparecida en lo que era el cementerio católico y el pavimento por Francisco Javier de la Rosa hasta Cullen y fomentando o acompañando a muchas de las instituciones que surgían en aquellas décadas como clubes y vecinales en la amplia jurisdicción.
En el año 1947 la celebración de su 25 aniversario de ordenación sacerdotal tuvo amplia repercusión ya que por entonces su persona y actividad era ampliamente reconocida tal como lo señala ‘El Litoral’ del 21 de octubre:
‘Le sorprende sus bodas de plata rodeado de las simpatías a las que supo hacerse merecedor, y que hoy se manifiestan elocuentemente en las numerosas adhesiones recibidas a los diversos actos que en su honor auspicia una comisión de damas y caballeros de la vecina villa’
El 18 de agosto de 1963 entregó su vida al Señor , en 1964 sus los restos fueron sepultados en la Basílica, a los pies de la Vírgen venerada y a posteriori la calle que pasa detrás del Santuario lleva su nombre
PBRO. EDGARDO JUAN TRUCCO
Edgardo Juan Trucco había nacido en la localidad de San Justo el 31 de mayo de 1932 siendo sus padres Juan y Tomasa Leiva, quienes el 4 de setiembre de ese mismo año lo introdujeron a través del bautismo en la vida de la Iglesia.
Habiendo realizado su quinto grado en el Colegio Urbano de Iriondo del Niño Jesús, ingresó en 1947 al Seminario Metropolitano donde realizó sus estudios de latín, filosofía y teología.
En 1956 recibirá el Ostiariado y el Lectorado y un año después el Subdiaconado y el Diaconado. El 21 de diciembre de 1957 fue ordenado presbítero.
De inmediato fue enviado a la Basílica donde se fogueó pastoralmente bajo la guía de uno de los Párrocos eminentes de entonces, el padre Miguel Genesio a quién sucederá en su cargo el 30 de agosto de 1963.
Como Párroco le tocará llevar adelante en el Santuario las reformas que impulsaba el Concilio Vaticano II e integrará la pastoral del mismo en la llamada ‘Pastoral Popular’ que impulsaban precisamente los equipos sacerdotales que trabajaban en estos ámbitos y que implicaba frente a la ‘ola secularista’, la revalorización de la fe del pueblo.
Paralelamente trató de participar siempre de las inquietudes de la vecindad de Guadalupe integrándose a diversas actividades que realizaban creyentes y no creyentes (Asamblea Barrial y Guadalupe Estratégico), lo que también realizó a nivel de ciudad por lo cual recibió diversos reconocimientos de instituciones laicas como por ejemplo la Universidad Nacional del Litoral, que poco antes de su muerte lo había designado miembro del Consejo Consultivo Social.
En el ámbito eclesiástico local a partir del año 1971 se desempeñó como Representante legal del Instituto ‘Nuestra Señora de Guadalupe’ sito en Padre Genesio y Patricio Cullen, en 1975 fue designado Presidente del Colegio de Párrocos, en 1977 integró la Vicaría Episcopal para la Educación, en 1985 profesor de la Escuela de Sagrados Ministerios y en diversas ocasiones integró el Consejo presbiteral.
A la muerte de Mons. Vicente Zazpe en 1984 fue elegido Administrador Arquidiocesano.
De sus actividades arquidiocesanas debemos resaltar –además del Santuario- la llevada adelante a partir de 1983 como Asesor del servicio sacerdotal de urgencia que se prolongó hasta poco antes de su muerte, ya que el 10 de mayo de 2002 presentaba su renuncia.
Tuvo también una activa participación a nivel de la organización zonal en el ‘Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo’ en la denominada región litoral sur.
En lo tocante a la Pastoral de Santuarios fue uno de sus grandes animadores tanto a nivel nacional como regional al punto que entre 1992-1994 presidirá junto con el equipo argentino la ‘Coordinadora de Confederaciones de Santuarios’ y en 1995 participa en Roma de la Reunión Mundial de Santuarios.
También hay que resaltar su tarea de difusión a través de diarios y revistas, tanto de circulación masiva como especializadas y la publicación de algunos opúsculos al servicio de la Liturgia y la devoción popular. Asimismo le cupo la tarea de restaurar la vieja revista ‘Guadalupe’, la cual se edita anualmente y con un formato totalmente renovado.
Cuando se disponía a iniciar sus actividades del día Domingo 16 de junio de 2002, el Señor quiso llamar a su Casa a este servidor suyo que desde el año 1958 en que fue nombrado Vicario Cooperador, desarrollaba su labor pastoral en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe.
Sepultado como era su deseo en la entrada a la Basílica al cumplirse el primer aniversario de su fallecimiento, la plaza aledaña conocida como del Folklore por disposición de la ordenanza 10883 pasó a llevar su nombre y lo mismo aconteció con el Centro de salud por él promovido.
sábado, 11 de octubre de 2008
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